Antes de los españoles La mayor parte de la actual provincia de Buenos Aires estaba poblada por tribus nómades: los querandíes, los pampas y los tehuelches que recorrían sus llanuras cazando y pescando. Desarrollaron una rica artesanía en cerámica, telas y cuero
Época hispánica y guerra de la independencia La historia de la Provincia de Buenos Aires empieza cuando el Río de la Plata fue descubierto por la expedición del español Juan Díaz de Solís, quien buscaba un paso hacia las Indias Orientales. El primer adelantado Pedro de Mendoza fundó el puerto de "Nuestra Señora María del Buen Aire" el 2 de febrero de 1536. La ciudad fue sitiada y asaltada por los querandíes, y en 1541 fue abandonada por los españoles, quienes trasladaron a sus habitantes a Asunción del Paraguay. Aún así, el lugar seguía teniendo una ventaja estratégica para los españoles, que desde ahí podían comerciar con España y preparar la expansión hacia el sur del continente. Por esto, Juan de Garay refundó la ciudad el 11 de junio de 1580, esta vez bajo el nombre de "Ciudad de la Santísima Trinidad del puerto de Santa María de los Buenos Aires". Ésta se convirtió más adelante en la capital de la gobernación del mismo nombre y. en 1776, en la del nuevo Virreinato del Río de la Plata. Desde la ciudad de Buenos Aires se abrieron rutas hacia otras ciudades del Virreinato. La estancia aumentó su importancia al establecerse la industria del saladero, la exportación, y el prestigio de la lanalocal en Europa. La Revolución de Mayo de 1810, que desalojó del gobierno al virrey del Virreinato Río de la Plata, Baltasar Hidalgo de Cisneros, abrió interesantes perspectivas para la ganadería, ya que no sólo implicó el fin del monopolio español del comercio exterior sino también la introducción de sistemas y mejoras en la actividad desarrollados en otros países y de otras razas de ganado. El 16 de febrero de 1820, a consecuencia de la Anarquía del Año XX, la provincia se constituyó en entidad política autónoma, designándose a Manuel de Sarratea como su primer gobernador. Su territorio nominal abarcaba desde la ciudad de Buenos Aires hasta la Cordillera de los Andes por el oeste, y por el sur, los territorios de la Patagonia oriental y las islas Malvinas. Pero el territorio bajo control efectivo era muy limitado: desde la ciudad de Buenos Aires hasta unos 60 km a la redonda. La Guerra del Brasil y la Constitución unitaria de 1826, rechazada en el interior del país, terminaron con la caída de Rivadavia. En su lugar asumió como gobernador Manuel Dorrego, partidario del federalismo, quien fue fusilado.por Juan Lavalle. La situación terminó con el régimen presidencial y reanudó la guerra civil entre unitarios y federales. Guerras civiles y formación del estado argentino En 1829, Juan Manuel de Rosas, tras derrotar a Lavalle, asumió el gobierno de la provincia con "Facultades Extraordinarias", y conservando la delegación de las relaciones exteriores por parte de las demás provincias. Lo sucedieron tres gobernadores entre 1832 y 1835, año en el que fue nuevamente elegido gobernador de Buenos Aires, con el agregado de tener la "Suma del Poder Público" —los tres poderes del estado resumidos en su persona-. Luego en 1879, el Ejército Argentino, bajo el mando del general Julio Argentino Roca, lanzó la "Conquista del desierto" para terminar con el problema indígena. Ésta produjo la casi desaparición de las poblaciones mapuches, tehuelches y ranqueles existentes en la zona, con el consecuente ensanche de la provincia hacia el oeste y el sur. Algunas poblaciones indígenas subsistieron hasta hoy, muy disminuidas, en el sudoeste del país. Pero desaparecieron como entidades política y culturalmente autónomas. La calma llegaría recién en 1880, luego de que el presidente Nicolás Avellaneda derrotara a las tropas del gobernador Carlos Tejedor y lograra así la Federalización de Buenos Aires, ciudad que se convirtió en sede del gobierno federal.
La etapa conservadora Entre 1880 y 1916 se produjeron grandes transformaciones en la provincia. Se extendió notablemente la línea ferroviaria, se fundaron colonias agrícolas y creció notablemente el área sembrada. En lo político gobiernan la provincia los conservadores que marginan al pueblo de las grandes decisiones y, como en el resto del país se mantienen en el poder a través del fraude. Tras la llamada conquista del desierto se fundaron numerosos pueblos al Sur y al Oeste de la provincia.
La etapa radical Entre 1916 y 1930 gobernaron los radicales impulsando el desarrollo agrícola y ganadero de la provincia y terminando con las prácticas políticas fraudulentas. Extendieron el ferrocarril hasta el puerto cerealero de Bahía Blanca y fomentaron la actividad industrial, lo que le fue dando un nuevo perfil a la provincia. La crisis mundial de 1929 afectará seriamente la economía de la provincia, en particular a los pequeños y medianos productores rurales.
Otra vez los conservadores La crisis provocó el traslado de mucha gente del interior hacia la provincia en busca de trabajo en las fábricas que se fueron abriendo para producir aquí lo que antes se importaba. Tras el golpe de estado del general José F. Uriburu que derrocó al presidente Yrigoyen, volvió el fraude electoral y gobernaron la provincia los conservadores. Entre ellos se destacó Manuel Fresco, admirador de Mussolini y Hitler, quien gobernó la provincia entre 1936 y 1940 implantando un modelo autoritario y persiguiendo a la oposición sindical y política. Fresco se definió como "conservador popular" y llevó adelante una política de obras públicas y de captación de votos a cambio de empleos y alimentos para la gente más necesitada.
La etapa peronista Durante el gobierno peronista (1946-1955), se destacó la gestión del gobernador Domingo Mercante, quien llevó adelante numerosas obras públicas construyendo carreteras, usinas eléctricas, escuelas, hospitales, barrios populares, hogares para niños y asilos de ancianos. La provincia creció notablemente durante este período y atrajo a muchos argentinos de otras regiones. En lo político, como en el resto del país, la oposición se vio en dificultades para expresarse libremente y muchos de sus dirigentes y militantes sufrieron persecuciones y cárcel.
La etapa contemporánea Tras el derrocamiento de Perón en 1955, bajó notablemente la política de obras públicas en la provincia, con la excepción de la gobernación del Dr. Oscar Alende en 1961-62, la etapa radical entre 1963-66, y el breve período peronista 1973-76 cuando se intentó retomar políticas en beneficio de la población. La política económica de la dictadura militar 1976 y 1983 afectó seriamente la economía provincial y afectó seriamente los derechos humanos de los bonaerenses, miles de ellos pasaron a integrar la nómina de desaparecidos. El gobernador militar Ibérico Saint Jean llegó a decir "Primero mataremos a los subversivos, luego continuaremos con los cómplices y finalmente eliminaremos a los indiferentes". A partir de 1983, con la recuperación de la democracia, volvieron las libertades públicas y la provincia fue gobernada por radicales y peronistas que debieron hacer frente a la pesada herencia dejada por la dictadura y afrontar los problemas de ser la provincia más poblada del país donde se concentran los problemas sociales